Personalmente no me suele gustar el transporte público.Esas aglomeraciones de gente en un espacio tan cerrado durante tantos minutos a veces me agobia.
Muchas veces tienes que aguantar conversaciones que no te interesan para nada o personas que son realmente desagradables y encima,como es un espacio cerrado no te puedes librar de ellas.Otras veces,en cambio. puedes ver a gente tan amable que da ganas de conocerla.
Es en los transportes públicos donde cobra sentido la frase "sola rodeada de tanta gente"
Me parece curioso que todos los días vayamos con las mismas personas, caras que ya nos resultan familiares, aunque nunca las saludemos.Por unos minutos compartes un mismo objetivo con gente desconocida: llegar a un destino.
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